Estas bombas se usan a nivel industrial, agrícola, minería, construcción, obras municipales y de protección medioambiental. Permiten bombear agua con partículas, fibras cortas, trozos de papel, aguas sucias, aguas residuales, lodo y estiércol. Asimismo, son convenientes para la irrigación y drenaje agrícola, la limpieza de sedimentos de piscinas y sitios de construcción, pero no para aplicaciones a prueba de explosiones.